Francisco Gómez-Mont Ávalos
La revista Salud Mental en sus primeros años ha sido un crisol de teorías de sistemas, psiquiatría de hospital general, información sobre centros comunitarios de salud mental, epidemiología, neurociencias, endocrinología y humanidades. Líneas editoriales eran la ética médica, la psiconeuroendocrinología, la psicoterapia, la dialéctica de diálogos cerebrales interhemisféricos, la superioridad de las clasificaciones geométrico-dimensionales sobre las de categorías rígidas y arbitrarias como el DSM, la historia de la psiquiatría y algunos antecedentes de la neuroética, de la neuroestética y del neuroderecho.
Su fundador, el maestro Ramón de la Fuente rondaba los sesenta años; Héctor Pérez-Rincón, José Luis Díaz, Adrián Ramírez Moreno, Gerhard Heinze y Carlos Pucheu los 35; Juan Ramón de la Fuente y yo los 30; Guillermina Natera y María Elena Medina-Mora, más jóvenes; Verónica y Nora Volkow, los 20. López Portillo entraba de presidente. La agenda científica de la psiquiatría moderna en nuestro país cristalizaba en instituciones estatales, universitarias y de la sociedad civil. El equipo “doctor de la Fuente y doctor Pérez-Rincón” operó un equipo ganador: el de la revista Salud Mental.
Ésta fue concebida por el maestro de la Fuente durante el año 1977. En el primer número editado por Héctor Pérez-Rincón, marzo de 1978 , el maestro inicia diciendo: nuestro punto de vista es que la psiquiatría es el puente natural entre la biología y las ciencias del hombre y el instrumento apropiado para alcanzar su equilibrio (...), salud y enfermedad son mejor entendidas a la luz de una concepción del hombre que haga justicia a su totalidad y complejidad.
La visión del maestro de la Fuente para su futuro instituto quedó plasmada a partir del segundo número de la Revista Salud Mental, el primero de muchos editado por Héctor Pérez-Rincón.
Los primeros artículos del Dr. Pérez-Rincón en la revista son sobre María Sabina y sobre el estructuralismo. Menciona: Lacan, el gran excomulgado de la asociación psicoanalítica internacional (…) El fundador de la escuela freudiana de París, el autor a quien su adhesión al movimiento estructuralista lo convirtió junto con Foucault, Levi-Strauss y Barthes en uno de los maestros del pensamiento de una moda que ha tenido gran auge.
Para el número de junio de 1978, desaparece el Centro Mexicano de Estudios en Farmacodependencia (CEMEF) y nace una nueva institución: el Centro Mexicano de Estudios en Salud Mental (CEMESAM). Se incorporan al equipo Miguel Krassoievitch, Nora Volkow y yo. En este número el maestro de la Fuente nos dice: La psiquiatría es la más humanista de las especialidades médicas y la ética es una dimensión de la conducta humana. Dionisio Nieto escribe sobre la teoría dopaminérgica en esquizofrenia y Juan Ramón de la Fuente un artículo sobre los ecosistemas como perspectivas en la salud mental.
Comienza a tomar forma la sección Lecturas de salud mental donde se intenta actualizar en notas breves y en castellano las investigaciones en el área de la psiquiatría, de la endocrinología, de la salud mental, de la psicoterapia y de las humanidades. En cuanto a la ética, la estética y la historia de las ideas, el Dr. Pérez-Rincón y su enorme cultura humanística permitió al Dr. de la Fuente profundizar y canalizar sus inquietudes históricas y filosóficas en las humanidades. Citando a Pérez-Rincón: La psiquiatría sin humanidades no es psiquiatría, es neurología. Hay artículos sobre Los orígenes neurobiológicos de la teoría psicoanalítica de la ensoñación, múltiples artículos de neuropsiquiatría.
Surge una nueva sección Informaciones y acontecimientos, escrita por Volkow y Gómez-Mont, dos alumnos de Don Julián Villarreal, pionero del estudio bioquímico de las adicciones en México. El primer congreso que se cubrió fue Los mecanismos del Dolor y de los Compuestos Analgésicos. Universidad de Johns Hopkins, junio 1978. Los participantes acababan de descubrir las encefalinas y endorfinas y Julián Villarreal soñaba con descubrir nuevos analgésicos.
En septiembre de 1978 Augusto Fernández-Guardiola publica un artículo sobre la neurofisiología del sueño y Juan Ramón de la Fuente uno sobre neuroendocrinología.
En marzo de 1979, Gómez-Mont publica un artículo sobre la importancia de lo digital y lo analógico en el pensamiento sistémico. Maria Elena Medina Mora y Carlos Campillo publican un artículo sobre la epidemiología de drogas en México. Este primer artículo sienta las bases del principal núcleo de la revista en décadas venideras: una epidemiología psiquiátrica informada con pruebas psicométricas y análisis estadístico multivariado. El maestro discute el tema de ambiente y salud mental. Juan Ramón incluye un texto sobre medicina psicosomática.
Para junio de 1979, el Maestro presenta el tema de la voluntad. Dionisio Nieto y Héctor Pérez-Rincón abordan el tema del suicidio colectivo. Juan Ramón con el tema de niveles plasmáticos de psicofármacos y la psiquiatría molecular.
En septiembre de 1979, Pérez-Rincón firma un editorial con el tema de la comunicación masiva y la Salud Mental. Nos dice: La cultura de lo audiovisual, cuya importancia es de sobra conocida, ha incluso suplantado a otras formas de comunicación humana y de información tradicional... Es a través de este medio privilegiado que se podrían dar los primeros pasos para crear una conciencia colectiva que considere a la Salud Mental como una prioridad urgente, del mismo modo que la pureza del ambiente. Alcanzar Salud Mental en la población es una forma de contribuir a la pureza del medio ambiente…
Juan Ramón de la Fuente, en ese entonces profesor de psiquiatría de la Universidad de Minnesota y jefe de residentes de la clínica Mayo, actualiza el tema de la psiquiatría de Hospital General y disecciona la desvinculación de los psiquiatras con sus colegas médicos durante la primera mitad del siglo XX. Volkow escribe sobre el universo psicológico del prisionero y sobre el pensamiento creativo de Einstein y la teoría de la relatividad. Hay un extenso reporte sobre la psicofarmacología.
En diciembre de 1979, el editor Pérez-Rincón escribe: En la solidaridad que se genere en todos los grupos sociales, en el acceso a las obras que siguen transmitiendo al hombre de todos los tiempos un mensaje de valor y de fraternidad, en la difusión de la realidad que la ciencia penetra y modifica, se encuentra un poderoso motor de creatividad hacia la conquista de la conciencia y de su función crítica frente a las tradiciones del odio, la intolerancia o el vasallaje bajo todas sus formas.
Pierre Pichot, presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría, escribe un artículo sobre la psiquiatría antigua enfocándose en Hipócrates, Aristóteles y Galeno. Hay un artículo sobre los fundamentos de la psiquiatría cultural.
Una preocupación constante de la Revista Salud Mental en sus primeros años fue discutir los problemas de las clasificaciones psiquiátricas y proponer soluciones. En esta línea, Juan Ramón publica un artículo sobre los criterios diagnósticos para la investigación en psiquiatría, tema que hoy en día es de gran actualidad. Hay un artículo sobre la epidemiología de la depresión de Campillo y Carabeo.
Hay reseñas sobre la moralidad médica y la ética hipocrática, sobre la encrucijada de los valores y otra, polémica: En una investigación encuentran mayor razonamiento moral en los psicópatas.
Para la primavera de 1980, ya bajo el amparo de una nueva institución, el Instituto Mexicano de Psiquiatría, comienza a impregnarse la revista del tema que era marco de orientación y devoción del maestro: la Teoría General de Sistemas. Se discute sobre los trabajos de Gregory Bateson y la unidad necesaria que debe existir entre la mente humana y la naturaleza; se plantea: ¿Qué tanto el pensamiento como la evolución de las especies son procesos estocásticos? Comienza a relacionarse la teoría de sistemas con la naciente psicología evolutiva.
En el número de verano de 1980, el editorial del maestro de la Fuente está dedicado al tema de la psicoterapia y la farmacoterapia: El tratamiento de un enfermo esquizofrénico o de un enfermo que sufre depresión melancólica es más eficaz si el caso se aborda en dos niveles: el nivel biológico y el nivel de las experiencias personales y de las circunstancias familiares circundantes (…) Sólo el desconocimiento de uno u otro campo explica el hecho de que criterios unilaterales puedan ser objeto de adhesiones apasionadas (…) El manejo psicoterapéutico de los aspectos familiares o sociales es útil en todos los casos.
La Academia Nacional de Medicina le dedicó una sesión solemne al psicoanalista Erich Fromm. Ahí el maestro nos invita a ver las obras del Intelectual recién fallecido ...como la continuación de la obra magna de Freud, con base en una revisión sistemática de sus teorías y de su método terapéutico a partir de un marco de referencia histórico y humanista (…) Fromm aborda como tarea principal el análisis del impacto de la estructura de la sociedad, la estructura de clase y la estructura económica en el desarrollo del individuo y en la práctica de su vida. El problema central que Fromm enfoca es el conflicto que se genera entre los intereses de las sociedades, que tienden a la perpetuación de sus propios sistemas y el del hombre que tiende al desarrollo de sus propias potencialidades (…) Hay que deshacer el autoengaño para que el conocimiento de la verdad acerca de sí mismo y de la sociedad hagan libre al hombre. Fromm opina que hay que desechar la peculiar concepción patriarcal de la psicología de la mujer presente en Freud: La Salud Mental debe ser entendida como una relación entre las potencialidades del individuo y el ambiente social (…) La Salud Mental implica para el individuo un sentido de identidad definido, ligas afectivas genuinas con otros, compromiso con valores y habilidad para actuar de forma congruente con los propios deseos, necesidades y creencias.
Fromm concibió el proceso del análisis individual como un camino para alcanzar el desarrollo de las capacidades humanas obstaculizadas por la irracionalidad de la sociedad a través del descubrimiento de la verdad acerca de uno mismo y de la sociedad (…) en nuestros sueños, dice Fromm, no solamente somos menos razonables y decentes, sino que también somos más inteligentes, más cuerdos y capaces de mejores juicios. Nuestros sueños expresan a veces deseos irracionales, pero otras veces expresan percepciones profundas (…) El hombre en la sociedad industrial occidental, orientada hacia la posesión de bienes y el consumo, se ha enajenado de sí mismo. Ha sustituido el consumo y la idolatría por el amor, la libertad y la felicidad (…) El amor es la única respuesta efectiva de la existencia humana.
Volkow, Gómez-Mont y Pérez-Rincón actualizan el tema de ciclos y ritmos en la naturaleza, asunto de gran actualidad. Se han postulado las disritmias cronobiológicas, especialmente la circadiana y la lunar como un factor común de muchos cuadros psicopatológicos. Volkow publica sobre terapias de arte para el autodescubrimiento heurístico.
Para el número de otoño de 1980, el maestro de la Fuente me pidió que actualizará la información sobre las raíces y los frutos del pensamiento sistémico en la psiquiatría y la sección de Revisión de la Literatura Internacional. Comenzó a manejar los temas del neuroerotismo y de la neurosacralidad. Se presenta la clasificación de las psicosis endógenas de Karl Leonhard, como ejemplo de un esfuerzo que fue constante en la Revista Salud Mental: elogiar las detalladas clasificaciones psiquiátricas europeas por encima de las clasificaciones con fines estadísticos de la Asociación Psiquiátrica Americana, en alianza con la industria farmacéutica, el sector hospitalario y las agencias de seguros médicos.
La sección de Información y acontecimientos trae la crónica de la reunión de 1980 de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana cuyo tema fue Amar y trabajar: valores humanos en psiquiatría. Ahí escribe Volkow sobre los usos políticos de la psiquiatría en la Unión Soviética, valores en la psicoterapia; ética y psiquiatría.
En el número de invierno de 1980 El Maestro nos dice: Las condiciones sociales y culturales que son inadecuadas a las necesidades humanas son fuentes de angustia y determinantes de sus contenidos (…) Calmar la angustia sigue siendo una de las principales funciones del médico.
Hay un artículo del Dr. López Elizondo sobre la psicoterapia de las disfunciones sexuales y un artículo sobre los efectos adversos de los derivados de la planta cannabis. Juan Ramón de la Fuente, entonces investigador del Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas, escribe sobre la identificación de los receptores adrenérgicos en el sistema nervioso autónomo y sus bloqueos como uno de los avances más importantes en neurofarmacología.
Se describe como Anthony Wilden relaciona los trabajos de Claude Lévi-Strauss, Jean Piaget, Jacques Lacan y Sigmund Freud con ideas modernas del pensamiento sistémico derivadas de Gregory Bateson, de Ludwig Von Bertalanffy y de Donald McKay. Presenta una interpretación sistémica y comunicacional de los principales estructuralistas europeos. ...un intento de integrar críticamente un conjunto de conceptos derivados de la cibernética, de los fundamentos lógicos de la matemática elemental, de la lingüística, de la teoría de la información y de la comunicación, de la teoría general de los sistemas, de la biología y del pensamiento dialéctico.
Verónica Volkow escribe sobre viajes metafóricos y el uso de la terapia artística en la exploración simbólica. Comienza a participar Simón Brailowsky sobre las funciones corticales lateralizadas asimétricamente en los hemisferios cerebrales. Hay también un artículo del pionero de las ciencias de la comunicación: Marshall McLuhan. Nos pregunta: ¿Es que acaso la interiorización de medios de comunicación como las letras de la imprenta, altera la relación proporcional entre nuestros sentidos y cambia los procesos mentales?
Hay un extenso artículo sobre los orígenes de la cultura en caníbales y reyes. Afirma Michel Foucault: El análisis psiquiátrico del crimen nace en el siglo XIX. Este artículo viene del primer número de la revista International Journal of Law and Psychiatry y es un antecedente importante de lo que hoy se llama neuroderecho y neurojurisprudencia.
Para primavera de 1981 la Revista Salud Mental aún no incluye anuncios de la industria farmacéutica. Nora Volkow escribe sobre neuroendocrinología, creatividad y enfermedad psiquiátrica y fisiología de la agresividad social. El Dr. Pucheu nos recuerda que El deber del psiquiatra hacia su paciente representa solo un aspecto de la psiquiatría. Otro aspecto importante lo constituyen los conocimientos, prácticas y puntos de vista que concierne al bienestar de la comunidad en conjunto y al porvenir de la humanidad.
Héctor organiza un simposio en la memoria de Jean Piaget (1896-1980).
Para el verano de 1981 el Dr. Mario Souza se atreve a tocar el tema de la pornografía. Otra reseña de Volkow: la disforia histeroide. Peter Ryan aborda el tema del tratamiento moral en psiquiatría.
Se reseña la décima reunión anual de la Sociedad de Neurociencias. Se afirma: Esta nueva disciplina (la ciencia cognitiva) cuyas raíces son las neurociencias, la psicología, la computación, la lingüística y la filosofía, promete ser una síntesis conceptual importante. Quizá sea esta la ciencia básica de la psiquiatría del futuro.
Pérez-Rincón hace un brillante análisis de las ideas sobre la inhibición de la acción de Henry Laborit: cuando se ocupa del deseo, Laborit se alinea dentro de la idea de Lacan al considerar que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. El deseo, creación imaginaria nacida del instinto pulsional transformado por la cultura y los lenguajes, se expresa en la ensoñación solamente cuando no es realizado en la acción y constituye el motor de la creatividad, resultante del trabajo asociativo de la imaginación.
Nora Volkow escribe un artículo que posteriormente inspirará quizá sus investigaciones sobre la relación entre la obesidad, la glucosa, la insulina y los receptores a la dopamina: Niveles plasmáticos de insulina durante la ingestión imaginaria de alimentos bajo hipnosis. Escribe otro sobre estrategias neuroendocrinas en la investigación psiquiátrica. Quisiera resaltar la importancia que tuvo el tema de la interfase entre la psiquiatría y la endocrinología en los primeros años de la Revista Salud Mental.
En el número de otoño de 1981, aún sin publicidad farmacéutica, Carlos Pucheu estudia más de mil pacientes (enfermos crónicos hospitalizados de la Secretaría de Salubridad de Asistencia) con la escala cuantitativa breve de apreciación psiquiátrica B.P.R.S.
Pérez-Rincón analiza el tema de los regicidas: La etología y la neuropsicofisiología de la agresión, la psicología de las motivaciones profundas, la clasificación de los cuadros, la antropología criminal y la bio-médico-criminogénesis, pueden ser todas ellas instrumentos del proceso de hominización, gracias al cual el Homo sapiens que surgirá tal vez dentro del camino de la evolución, considere que la muerte violenta de cada hombre es un magnicidio. El seminario de casos clínicos, escrito por Pérez-Rincón, Volkow y Juan Ramón, analiza a una paciente del punto de vista artístico comparando sus producciones en fase maniaca con las del pintor Chagall.
Para primavera de 1981, tanto Volkow como yo nos habíamos incorporado en las áreas de investigación de la Universidad de Nueva York sobre neurometría y tomografía de positrones. Esto le permitió a Salud Mental ser de las primeras revistas médicas que reportaron sobre las pioneras imágenes cerebrales funcionales en el ser humano. Continúa una crítica a los sistemas norteamericanos de clasificación. En el artículo ¿Hacia el fin de la era kraepeliniana?, se dice: La teoría de la comunicación, la cibernética y la teoría general de los sistemas han evidenciado la posibilidad de visualizar los desórdenes mentales como disfunción de los sistemas.
Volkow escribe: Un profundo estudio de las crisis de Dostoievsky modificó la idea pesimista que se tenía sobre la evolución de la epilepsia, pues ayudó a demostrar que la epilepsia primaria generalizada no conducía al deterioro mental y que genio y epilepsia eran compatibles como entidades independientes, tal como ocurre en la vida de Dostoievsky, quien dos meses antes de su muerte termina su novela Los hermanos Karamazov y se despide de sus familiares citando a San Pablo: "No os aferréis a mi ahora, pues ésta es la forma como debe ejercerse la justicia". También escribe Volkow sobre el capítulo de parapsicología y sobre el capítulo de psicohistoria en el libro de texto psiquiátrico de Kaplan, Freedman y Sadock: Nadie puede negar la lógica de la unión entre la psicología y la historia. La persona psicológica vive en un contexto histórico que lo rebasa más allá de sí mismo, y la historia está ligada a los conflictos y a las luchas internas de los individuos.
Héctor revisa un libro sobre psicología del arte y de la estética: La Expresión y la creatividad, artística o no, realizadas a partir del libre ejercicio de la libertad, o facilitadas e impulsadas por la patología, constituyen para las disciplinas de la psique, un océano de interés que apenas se visualiza y que tendrá en el futuro un gran desarrollo. Hace también Pérez Rincón otra reseña de una reunión sobre plantas sagradas.
El número de invierno de 1981 dedica su atención a la neurofisiología soviética. Se discuten las aportaciones de Luria; los estudios sobre la organización espacial de los procesos cerebrales de Livanov. Vienen múltiples artículos sobre la naciente tomografía por emisión de positrones. Volkow invita a los lectores a estudiar fenómenos como el de la lateralización de la norepirefrina en el tálamo humano.
Se presenta una visión holística y evolutiva de los procesos neurales y psicológicos: integración neurobiológica-psicoanalítico. Shapiro estudia la dialéctica de los procesos de autonomía versus el carácter rígido. Juan Ramón publica un artículo sobre la representación de la depresión en el arte precolombino. Hay un artículo sobre los hemisferios cerebrales y la cultura, así como siete reseñas sobre la salud mental en los chicanos, tema también hoy de gran actualidad y pertinencia. El Dr. Fernández-Guardiola escribe un artículo sobre la neurobiología de la conciencia.
En el número de primavera de 1982, El Maestro escribe sobre lo sociocultural y la clínica. Desde Harvard nos llega un artículo del Dr. Edward Messner sobre autoconocimiento y clínica. Helen Castro documenta las características psicométricas de 3 escalas psicosociales.
Para el número de verano de 1982 el Dr. Barragán escribe, hace 35 años, un tema de gran actualidad: Cerebelo y psiquiatría.
En otoño de 1982, Carlos Valverde escribe sobre neuroendocrinología del ciclo sueño-vigilia. El Dr. Jean Bernard nos invita a meditar sobre la relación entre creación poética y creación científica.
En invierno de 1982, el editorial del Maestro es sobre ética y psiquiatría. Guillermina Natera publica un artículo sobre alcoholismo. José Luis Díaz inicia su participación en la revista con el artículo Estructura del comportamiento y dinámica social. Este es el primero de 24 artículos en los que el decano de la neurociencia cognitiva y de la neurofilosofía en México escribe en nuestra revista. En estas décadas llegaran artículos con gran variedad de temas que describen la trayectoria intelectual del neurofilósofo Díaz Gómez, una de las mentes científicas y humanísticas más notables y evolucionadas de nuestro medio: Análisis del discurso en primera persona como estrategia para estudiar la conciencia, Naturaleza de la lengua, El cerebro compasivo, Cronofenomenología, Respuesta emocional a la música, Ordenación piramidal del cerebro y el enjambre de la consciencia.
En el número de primavera de 1983, nos dice el Dr. de la Fuente: La sabiduría psicoterapéutica está basada en experiencias personales directas, sus verdades son accesibles solamente a quienes tienen experiencias similares y poseen sensibilidad y capacidad para percibirlas (…) en la psicoterapia hay elementos que son objetivos, pero los datos que tienen mayor relevancia son subjetivos.
Pérez-Rincón escribe sobre el suicidio de los hombres de letras, trabajo que presentó en Múnich en el Congreso de la Sociedad Internacional de Psicopatología de la Expresión. La riqueza asociativa de Pérez-Rincón la ilustramos con algunas citas del artículo. Dice Sylvia Plath: Morir es un arte, como todo lo demás yo lo realizo excepcionalmente bien; No lo compadezcáis, dijo la madre de Mishima después de su horrible suicidio. Por primera vez en su vida hizo lo que quería hacer; escribe Rilke: Las obras de arte son el resultado de haber estado en peligro, del hecho de haber ido hasta el extremo de una experiencia que ningún hombre puede sobrepasar.
Oscar Prospero revisa el tema de la bromocriptina en el tratamiento del síndrome de abstinencia al alcohol. Continua el interés en varios artículos sobre las asimetrías cerebrales y sobre la sexualidad humana (hombres y mujeres anorgásmicos).
Para verano de 1983, y ante la perspectiva de comenzar a incluir publicidad de la industria farmacéutica, Gómez-Mont pierde la inspiración para escribir ahí y deja de ser editor adjunto. La revista continúa con sus intereses sobre la ética profesional, los valores sociales y los aspectos morales de la práctica psiquiátrica. Prospero publica una reseña sobre la glucografía cerebral y la tomografía de positrones en pacientes psiquiátricos. Se revisan los estudios sobre la prueba de supresión con dexametasona en los desórdenes afectivos. Pérez-Rincón y don Alejandro Díaz Martínez publican un artículo sobre el sueño y el electroencefalograma en jóvenes estudiantes normales. Rafael Salín escribe sobre el electroencefalograma en pacientes deprimidos.
Para el número de invierno de 1983 el cambio más notable y triste en la revista es que por primera vez se incluye publicidad de la industria farmacéutica: un producto de Upjohn, Triazolam (Halcion), medicamento hipnótico. De entonces a hoy, ¡Las ventas de psicofármacos en farmacias han aumentado 80 veces! Esta decisión, producto de la crisis económica hacia el final del sexenio de López Portillo, desequilibró la revista, en sus inicios una revista cultural, eliminando poco a poco a las humanidades y poco a poco precipitándola en las redes temáticas y publicitarias de las revistas internacionales de medicina. En su nuevo rol, es una de las mejores revistas de medicina de Latinoamérica. Debemos cuidar mejor su enorme tradición humanística.
Héctor merece nuestro reconocimiento por haber mantenido vivos durante cuarenta años los valores eternos de verdad, bondad, justicia, libertad y belleza. Gracias, Héctor, por no haberte quedado en París y venir, con tu ejemplo de estoicismo, a enriquecernos a todos los de esta comunidad, durante tantos años.