In memoriam Carlos Campillo Serrano (1944-2022)
Publicado el junio 29, 2022El doctor Carlos Campillo Serrano fue un reconocido psiquiatra y un referente en el campo de la salud mental. Fue originario de la Ciudad de México y un orgulloso médico egresado con mención honorifica de la Facultad de Medicina de la UNAM en el año de 1968. En esta misma institución realizó su especialidad como psiquiatra. Continuó sus estudios de 1972 a 1977 en el Instituto de Psiquiatría de la Universidad de Londres y en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical, donde se especializó en Epidemiología Psiquiátrica y realizó una maestría en Psiquiatría Social.
Como parte de su gran trayectoria se puede destacar su participación como miembro fundador del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, donde dirigió el Departamento de Investigaciones Epidemiológicas y Sociales, para posteriormente permanecer más de 15 años como coordinador de proyectos especiales en este mismo departamento. Fue jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Español por 17 años (1982-1999). También fue subdirector del Servicio de Psiquiatría en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (2000-2006). Posteriormente fue titular de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud (2007-2013) y presidente del Consejo de Ética y Transparencia de la Industria Farmaceútica (CETIFARMA; 2009 a 2015). Gracias a su destacada labor en estos diversos escenarios y a su pasión por la práctica clínica, en 2017 recibió el Premio doctor Ramón de la Fuente Muñiz en el área de Salud Mental, que otorga el Gobierno de la República Mexicana.
En su actividad como investigador dan cuenta sus múltiples trabajos en revistas nacionales e internacionales, así como sus trabajos de difusión. Fue pionero en el estudio de las adicciones con un enfoque psicosocial, principalmente estudió los problemas asociados con el consumo de alcohol. Su visión científica y humanista impulsó el estudio de los desórdenes mentales, entendiendo que los mismos son el producto de las relaciones complejas entre el individuo y su ambiente social. Otros temas que abordó con originalidad, conocimiento y rigor fue la psiquiatría comunitaria, los retos en la formación de los residentes en psiquiatría, la conducta suicida, así como importantes aportaciones para mejorar la atención otorgada a los pacientes con problemas de salud mental.
Algo menos visible, pero no menos importante, fueron sus esfuerzos y logros como docente. Existe un gran número de generaciones de médicos y psiquiatras, con las que compartió de manera entusiasta sus conocimientos y experiencias. Fue profesor de pregrado y posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM y docente dentro de la especialización en Psiquiatría en las sedes del Hospital Español, el Hospital Fray Bernardino Alvarez y el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
Participó en diversas agrupaciones profesionales nacionales e internacionales. Fue presidente de la Asociación Mexicana de Psiquiatría (1974-1978), del Consejo Mexicano de Psiquiatría (1997), la Asociación Mexicana de Neuropsiquiatría (2002-2006), de la Asociación Iberoamericana de Estudios de los Problemas de Alcohol y Droga (1993) y de la Academia Nacional de Medicina (1994). También fue nombrado Miembro correspondiente de las Reales Academias de Medicina de Madrid y Barcelona.
El doctor Campillo se dedicó a la práctica clínica por más de 50 años. Su perspectiva humanista le permitió acercarse a sus pacientes y comprender a cada persona en relación con su entorno, más allá de sólo la presencia de la enfermedad. Los comentarios que hiciera el doctor Benítez-Bribiesca al libro póstumo de su padre, el doctor Carlos Campillo Sainz, en 1997, no pudieron ser más acertadas para describir a su hijo “Es un médico que supo que para ejercer esa profesión era necesario ser culto, sensible y amoroso. Que entendió que en la medicina la técnica y la ciencia son sólo un medio para entender y aliviar el sufrimiento del enfermo y nunca un fin” …
Esta visión humanista también estaba presente en su vida personal, era un hombre alegre, cariñoso, generoso, que disfrutaba de la compañía de sus familiares y amigos. Recordemos al doctor Campillo por su compromiso con la salud mental y su calidez, comprensión y empatía hacia sus pacientes, pero sobre todo por su alegría y gozo por la vida.
Magda Campillo Labrandero, Shoshana Berenzon Gorn